miércoles, 12 de diciembre de 2007

VISTA PREVIA

Tan intensa como la vida. A zarpazos por los escondites más oscuros del ser. Incrédula, inadmisible, sin exponerse a jucios sobrevalorados ni a ser escenario de acecho. Calma dentro de la calma, invade perennemente el ambiente y lo carga de fiebre, de dolor, de éxtasis, de saudade, de inteligencia, de tú, de yo, de nosotros, de todos.
¿Adónde va? . . . es difícil saber, es difícil seguir, es difícil hasta respirarle cerca. Se expande y se contrae al mismo tiempo. Vuela hacia lo profundo y desciende a las alturas. Espera pacientemente y luego desaparece dejando una sensación de clímax incompleto. No es susceptible de persecuciones ni de cacerías. Agota las células, los sentidos, los humores.
Ahora no puede parar, casi en eclosión con nuestro propio universo, volverá a ser y a estar, diciendo no me he ido, pero me fui... no he vuelto, pero volveré. Destroza inocencias y aclara culpables. Redime y sataniza. Cuesta todo y no vale nada.
Después es momento de reposo, de tensa calma, de niebla antes de la tormenta, de quejidos en el fondo de la barranca. Está ahí y no está. Sólo vigila.
Atentos. . .

lunes, 10 de diciembre de 2007

LLEGO EN MEDIA HORA . . .

Hay una alharaca aramada en Venezuela porque desde el domingo 9 de diciembre la hora legal del país debería atrasarse media hora. Los defensores del argumento dicen que eso sincroniza las horas con la salida del sol, que es bueno para el biorritmo (lo que por cierto, nunca he sabido qué es exactamente . . .), que los muchachitos van a ir alegres y despiertitos a la escuela (???), etc. Los que se oponen dicen que es otro capricho más del gobierno por controlarlo todo (¡hasta el tiempo! Ave María Purísisisisisima) y cosas por el estilo. Yo no veo realmente el por qué de la bulla porque hay que reconocerlo. . . !!!somos venezolanos!!! y nos pongan la hora que nos pongan, siempre vamos a decirle a alguien cuando concertemos una cita: "Ya sabes mi pana, a las cinco para estar allá a las cinco y media ¿ok?", y otras fruslerías propias de mi tan amado gentilicio.
Esto hay que verlo desde el lado positivo ¿o no?